“Érase una vez, en un lejano reino más allá de los mares del Este, se encontraban dos amigos cuya curiosidad y deseo de saber acerca del bien y del mal los hizo un día dirigirse a la cabaña del sabio Lang con ánimo de interrogarle. Una vez en su interior preguntaron al sabio : “Dinos anciano, ¿qué diferencia existe entre el infierno y el cielo?”
El sabio contestó: “Veo una montaña de arroz recién cocinado, humeante y sabroso, a su alrededor hay muchos hombres y mujeres famélicos y hambrientos, víctimas de agitadas convulsiones de deseo y frustración. Sus palillos de comer son más largos que sus brazos, por ello, cuando prenden el arroz, no pueden hacerlo llegar a su boca ansiosa.” -Un rumor exclamó entre los allí reunidos-. Más tarde, el sabio prosiguió y dijo:”Veo también otra montaña de arroz recién cocinado, humeante y sabroso. A su alrededor hay muchos hombres y mujeres alegres y sanos, que miran con satisfacción y benevolencia. Sus palillos de comer son también más largos que sus brazos, sin embargo, han decidido darse la comida los unos a los otros.”
Imagen del blog Filosofia Oriental
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