Eckhart Tolle
El
«sí a lo que es» revela una dimensión de profundidad en ti que no depende ni de
las condiciones externas ni de la condición interna de los pensamientos y
emociones en constante fluctuación.
La rendición
se vuelve mucho más fácil cuando te das cuenta de la naturaleza efímera de
todas las experiencias, y de que el mundo no puede darte nada de
valor duradero.
Entonces
sigues conociendo gente, sigues teniendo experiencias y participando en
actividades, pero sin los deseos y miedos del ego. Es decir, ya no exiges
que una situación, persona, lugar o suceso te satisfaga o te haga feliz.
Dejas ser a su naturaleza pasajera e imperfecta.
Y
el milagro es que, cuando dejas de exigirle lo imposible, cada
situación, persona, lugar o suceso se vuelve no solo satisfactorio, sino
también más armonioso, más pacífico.
Cuando aceptas este momento
completamente, cuando ya no discutes con lo que es, el pensamiento compulsivo mengua y es remplazado
por una quietud alerta.
Eres
plenamente consciente, y sin embargo la mente no pone ninguna etiqueta a este
momento. Este estado de no-resistencia interna te abre a la conciencia
incondicionada, que es infinitamente mayor que la mente humana.
Entonces
esta vasta inteligencia puede expresarse a través de ti y ayudarte, tanto
desde dentro como desde fuera. Por eso, cuando abandonas la resistencia
interna, a menudo descubres que las circunstancias cambian para mejor.
¿Estoy
diciendo: «Disfruta este momento, sé feliz»? No. Permite que se exprese este momento tal como es. Eso es
suficiente.
Rendirse es rendirse a este
momento, no a una historia a través de la
cual interpretas este momento y después tratas de resignarte a él.
Por
ejemplo, puede que estés tullido y que ya no puedas caminar. Tu estado es lo
que es.
Tal
vez tu mente esté creando una historia que diga: «A esto se ha reducido mi
vida. He acabado en una silla de ruedas. La vida me ha tratado con dureza,
injustamente. No me merezco esto».
¿Puedes
aceptar que este momento es como es y no confundirlo con la historia que la
mente ha creado a su alrededor?
La
rendición llega cuando dejas de preguntar: «¿Por qué me está pasando esto
a mí?». Incluso en las situaciones aparentemente más inaceptables y dolorosas
se esconde un bien mayor, y cada desastre lleva en su seno la semilla de
la gracia.
A
lo largo de la historia, siempre ha habido mujeres y hombres que,
cuando tuvieron que hacer frente a grandes pérdidas, enfermedades, prisión
o muerte inminente, aceptaron lo
aparentemente inaceptable, y así hallaron «la paz que supera toda comprensión».
La aceptación de lo inaceptable es la mayor fuente de gracia en este
mundo. Hay situaciones en las que todas las
respuestas y explicaciones fracasan. La vida deja de tener sentido. O
alguien que está pasando un apuro viene a pedirte ayuda, y tú no sabes qué
decir ni qué hacer.
Cuando
aceptas plenamente que no sabes, renuncias a esforzarte por encontrar
respuestas con la mente pensante y limitada, y es entonces cuando una
inteligencia mayor puede operar a través de ti. En ese instante, hasta el
pensamiento puede beneficiarse, porque la inteligencia mayor puede fluir a él e
inspirarlo.
A
veces, rendición significa renunciar a tratar de comprender y
sentirse cómodo en el desconocimiento.
Cuando te rindes, tu sentido del yo pasa de estar identificado con
una reacción o juicio mental a ser el espacio que rodea a la reacción o
al juicio. Es pasar de identificarte con la forma
—el pensamiento o emoción— a ser y reconocerte como aquello que no tiene
forma, la conciencia espaciosa.
Lo
que aceptes completamente te hará sentirte en paz, incluyendo
la aceptación de que no puedes aceptar, de que te estás resistiendo. Deja
la Vida en paz. Déjala ser.